El papel de las artes es el deleite, pero también dar cauce a las preocupaciones vitales de la Humanidad. Tanto desde el punto de vista personal, como político y religioso, la literatura, la música y las representaciones visuales, siempre nos han acompañado como medio de expresión, de comunicación y de goce.
En nuestra hipercomunicada contemporaneidad, las artes siguen desempeñando un rol crucial para estimular la reflexión crítica, fomentar la creatividad y contribuir al bienestar. Las manifestaciones artísticas contemporáneas a menudo abordan las cuestiones sociales, políticas, culturales y tecnológicas que nos preocupan. Desde una perspectiva artística, nos ofrecen ocasiones para la reflexión, el diálogo y la conciencia y también, por qué no, para la armonía colectiva.
En esta edición de El Bienestar y las Artes, reflexionaremos sobre el cambiante papel de la palabra como testimonio y medio de reflexión: de la filosofía a la ficción literaria; debatiremos las series de televisión como espejo para el análisis de los cambios sociopolíticos en curso: de la diversidad a la reacción. Hablaremos también sobre moda e indumentaria: la presentación social del cuerpo como un arte identitario entre la presión y el disfrute. Finalizaremos con unos acordes complejos sobre el contradictorio impacto de la música actual: del consuelo y la afirmación, a la controversia encendida.
Artes para el siglo XXI, ventanas abiertas a la diversidad de perspectivas, a las cuestiones urgentes, a acuerdos y desacuerdos, en suma, a la condición humana del siglo XXI. En toda circunstancia, las artes son ventanas a la delicia que nos produce sentirnos comprendidos y representados e, incluso, cuestionados.